sábado, 2 de enero de 2016

Mi navidad en julio- Irene Navarro

Hola a todos lecturetas! Hoy traigo el segundo relato que nos llego al concurso. Su autora es Irene Belmonte y nos traslada a la premisa de que pasaría si ahora la navidad no fuese como siempre la hemos conocido, es un relato de 591 palabras. Espero que os guste tanto como a mi ^^.

<< Dicen que mis días suelen ser normales pero, queridos amigos, mi vida nunca ha sido normal... Aunque, ¿quién tiene una vida normal hoy en día? Hace 100 años que ese concepto se nos escapó de las manos. Dejo en el suelo el libro que estoy leyendo y me acerco a la ventana. Observo los copos de nieve precipitarse, sin rumbo fijo, hacia el suelo. Así soy yo, como ese copo. 
Ya estoy acostumbrada a ver nieve en pleno julio, cuando hace un siglo esto habría sido impensable en este hemisferio. ¿La causa de esto? La locura en la que se ha convertido el mundo. No he vivido la época de la ‘’catástrofe’’, pero los periódicos que he ido recolectando con el paso de los años me lo han ido mostrando etapa por etapa. 
Primero llegó el deshielo ártico producido por el calentamiento de las aguas del mar. Una considerable extensión de la superficie terrestre quedó sumergida sin previo aviso. Fue una gran hecatombe. Después llegaron las revueltas. La población mundial que se salvó del desastre, enloqueció. Se producían saqueos y asesinatos, no había ley ni orden. Todos querían salvarse a cualquier precio. Con esto empezaron las guerras entre lo que antes llamaban países para recuperar los territorios que habían perdido con el deshielo. Altos cargos sedientos de poder para dominar un mundo destruido por la codicia y el egocentrismo. Tras todo esto la población mundial se vio considerablemente reducida y los cambios en las estaciones se sucedieron año tras año. 
Un escalofrío me recorre al recordar todo el pasado de la humanidad. Me alejo de la ventana y me siento frente a una de las paredes que componen esta cabaña decrépita que ahora se ha convertido en mi hogar. Me encojo todo lo que puedo, intentando mantener un poco de calor corporal. Si la nevada continúa durante mucho tiempo no aguantaré. 
Frente a mí tengo en la pared colgadas dos imágenes. Una de ellas es de una revista. En ella una familia está sentada en un acogedor salón, comiendo turrón y polvorones. Observo la voluminosa chimenea que hay al fondo de la imagen e imagino la sensación del calor de las brasas, pero no hace efecto. Sigo helada. La otra imagen me hace llorar. Una pequeña versión de mí está sentada en una mesa llena de comida. Un hombre está sentado junto a ella. Es la última foto que tengo con mi padre antes de que éste muriera. Tengo en la mano una onza de chocolate. Se me hace la boca agua. 

Ambas imágenes muestran una familia comiendo un día de Navidad, una familia de revista y una familia destrozada. Oigo un golpe contra uno de los laterales de la cabaña. Abro con precaución la puerta y un tejido oscuro está colgado de una rama, golpeando fuertemente el techo de la endeble edificación. Me arriesgo a subir al árbol y coger la lona, para después volver a entrar. Vuelvo a mi antigua posición, esta vez tapada con la lona. Me duermo observando las imágenes. 

Despierto con las primeras luces. La nevada ha amainado y unos rayos de sol comienzan a aparecer por el horizonte. Miro la lona que me ha salvado de morir congelada y pienso que es mi regalo de Navidad. Una nevada, la familia reunida, aunque sea en una imagen, y un día nuevo por delante. ¿Por qué no, ya que el mundo se ha vuelto loco, celebrar mi Navidad en julio? Sonrío ante la idea y elevo mi mano hacia la ventana, haciendo un brindis con la vida. >>

Si os a gustado dejad vuestros comentarios más abajo :)
Hasta la próxima lecturetas!

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el relato!! Me ha parecido muy original y bonito.
    Te invito a pasarte por mi blog:)
    Besitoos<33

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    1. Me ha encantado tu blog ya tienes una nueva seguidora ^^

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